El año que terminamos, 2021, ha sido un año de luces y sombras para el sector de logística y transporte, donde la cadena de suministro se vio alterada por los efectos de la pandemia de forma considerable en casi todos los sectores económicos y con grandes retrasos y efectos perjudiciales en el suministro de bienes y servicios.
No obstante, la explosión que tuvimos del comercio electrónico internacional, debido en buena medida a la pandemia, ha supuesto también un gran crecimiento del sector del transporte y la logística, en particular con el incremento del transporte del grupaje y las entregas de última milla.
El crecimiento del comercio electrónico que se mantendrá en el tiempo, no solo en 2022, supone ya una fuerte demanda de instalaciones logísticas, haciendo crecer al segmento inmologístico con la entrada de nuevos “players”, básicamente fondos de inversión.
Este crecimiento y la falta de flexibilidad demostrada por la cadena de suministro nos anticipa cambios importantes en los procesos logísticos, en concreto aquellos relacionados con el abastecimiento (gestión de mayores stocks) y la distribución “delivery” eficiente en costes a clientes y consumidores, que unidos a la legislación cada vez más restrictiva en materia de logística urbana de las grandes ciudades, son ya el motor para la demanda de más espacio en todos los operadores de servicios logísticos.
Además, en términos de tendencias de la cadena de suministro en las empresas del sector de transporte y logística, seguiremos con una profunda implantación de la tecnología aplicada a logística, con especial énfasis en la gestión y transmisión de datos inteligentes en tiempo real, la implementación de muchos más sensores para que el Internet de las cosas (IoT) sea una realidad tanto en el desarrollo del transporte como que nos permita acceder a la red 5G cuando esté disponible.
El incremento de los fletes marítimos, debido a la falta de contenedores y al reinicio de la actividad económica mundial, se mantendrá, al menos, durante el próximo año, esto unido a la escasez de MMPP y componentes, empujará al sector a su transformación digital en la logística y a desarrollar nuevas estrategias para la cadena de suministro, basadas en la gestión unificada de la demanda, la gestión de riesgos de cada cadena y la gestión de su visibilidad de forma que pueda anticiparse a los problemas.
Otra gran tendencia seguirá siendo el mantener al consumidor en el centro de las operaciones logísticas, involucrando mucho más de cerca a la cadena de suministro local para agilizar la información que se facilita al cliente en términos de proceso completo, es decir, desde que hace el pedido hasta que se le entrega.
Los costes del “delivery” serán cada vez más críticos para mantenerse en el sector, por lo que tenderán a incorporarse al precio de compra o a buscar soluciones de entrega donde también participe el consumidor, como es la compra por Internet con la recogida en tienda física por el cliente, lo cual es una buena estrategia para obtener lo que en calidad total llamamos los momentos de la verdad, que es ni más ni menos, el poder escuchar al cliente en su experiencia emocional y real de la compra, más allá de un teléfono de atención al cliente, que la mayoría de las veces se convierte en una experiencia negativa.
En resumen, las mejoras tecnológicas aplicadas a la logística, que van a optimizar todos los procesos logísticos, unido a la gestión del riesgo para afianzar la cadena de suministro en términos de seguridad y fiabilidad, son las tendencias que el sector de la logística y el transporte debe fijarse y enfocarse.
Para ello necesitamos de una fuerza laboral educada, formada digitalmente en dichas tendencias; con esta nueva fuerza laboral suficientemente entrenada seremos capaces de superar cualquier dificultad gracias a su tenacidad y perseverancia, y tendremos sin duda un gran año 2022 en términos logísticos.
Con información de T21
http://t21.com.mx/opinion/columna-invitada/2022/01/13/2022-tendencias-cadena-suministro